Ya fuiste todo y mucho más para mí,
te di mi vida, dime que no te di.
Eras mi norte, mi canción, mi ilusión del alma.
Pero de pronto comenzaste a cambiar,
no me acaricias ni me amas igual,
y te confieso era lo menos que me esperaba.
No creo en tus tácticas.
¿Por qué no te callas?
Sabes, no me convencen tus palabras.
Nada de nada, siento que me expanas, atorvió.
Y yo te lo advertí que no perdonaría nunca si me engañas.
Nada de nada,
sabes que ya no queda entre tú y yo.
Nada de nada.
Yo te deseo que al marcharte de aquí,
encuentres a alguien que te haga feliz,
y que te llene más de lo que yo te llenaba.
Y que en el punto en que te vaya mejor,
tú te des cuenta que ya quiero tu amor,
para que veas lo que duele cuando te engañas.
No creo en tus tácticas.
¿Por qué no te callas?
Sabes, no me convencen tus palabras.
Nada de nada, siento que me disparas, atorvió.
Y yo te lo advertí que no perdonaría nunca si me engañas.
Nada de nada,
sabes que ya no queda entre tú y yo.
Nada de nada.
Nada de nada, no, no.
Nada.
Nada.
Nada.
Nada de nada, sabes que ya no queda
entre tú y yo.
Nada de nada,
sabes que ya no queda entre tú y yo.
Nada de nada,
sabes que ya no queda entre tú y yo.
Corazón,
no, mi amor.
Yo te lo advertí que no perdonaría nunca si me engañas.
No,
no,
nada de nada,
sabes que ya no queda entre tú y yo.
Nada de nada.