Despierten del sueño,
Hijo de María,
que ya viene el alma
anunciando el día.
Ángeles y serafines dicen,
Santos, Santos,
Santos.
Quería ayudarme a olvidar la muerte del angelito.
Pero y si era chiquitito, sin un pecado solito?
Que tanta deuda lo ha llevado,
será de verlo un botito.
Ay,
pobre, pobre mi guagüita.
Hasta que acude el silencio dolorido yo de las ramas.
Cuando la caja del alma por el camino sonaba.
Ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
guita,
suéltame oír su llantito.
Quiere ayudarme a olvidar la muerte del angelito.
Le cantan las alabanzas,
será por su alma bendita.
Los sirios de los cardones prenden sus blancos ojitos.
Azulándose las alas que Dios le dio al angelito.
Ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
guaita,
pobre,
pobre mi guagüita.
Ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
guaita,
pobre,
pobre mi guagüita.
Un lindo caballo blanco lo va llevando al guagüita.
Donde el peaje reza, baile por la niña Telecita.
Ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
ay,
guaita,
suéltame oír su llantito.
Quiere ayudarme a olvidar la muerte del angelito.