El tiempo ha ido
Y la ragorriz Natalio quizás rondando setenta
Pero los años no cuentan cuando el destino del fallo
Hombre noble de a caballo jamás ocultó una treta
Pero esta vez una meta le traza un brazo homicida
Para cortarle la vida con un tiro de escopeta
El hecho ocurrió a la siesta como a mediados de enero
Se hace presente un matrero como jugando una apuesta
Un criminal no respeta en el caso creo yo
Después que el arma cargó observando bien alerta
Se afirma al marco de la puerta y de allí le disparó
Lo mata el hombre dormido sin darle una oportunidad
Pa' defenderse quizás en ese lecho vencido
Sin sentirse conmovido luego del crimen brutal
Montó un caballo en bozal sin despertar una alarma
Después de dejar el arma oculta en un pajonal
Qué instinto el muchacho aquel pa' matar de esa manera
Y sin pensarlo siquiera de un fin audaz para él
Quien sabe el muchacho cruel tendría pensado una vez
Y decidido tal vez para el crimen tan extraño
Le corta al hombre los años de una dichosa vejez
De corta edad el muchachón recién empezaba a andar
Y se encamina a matar sin nada de compasión
¿Cuántas veces en un fogón siendo los dos advertidos?
Tal vez por mucho vivido le brindaba el pobre viejo
Una hilera de consejos que andando había conocido
Pero no va el caso aconsejar que andara con un caballo
Que nace con la intención
Y ahogarse en la ambición y así a morir o matar
Y así empieza a caminar pensando mientras camina
Que el instinto lo domina de su salvajismo atroz
Pues nunca hay perdón de Dios pa'l que roba o asesina
Así se enlutó el camino en la tarde entristecida
Así pagó con la vida quien amara a los vecinos
Así marchó el asesino sin conmoverlo el pecado
Así dejaba aclarado como advertencia su fama
Y alguien que queda en la cama por un tiro asesinado
Hoy la tranquera se presta para siempre estar cerrada
De alambres bien amarrada la que supo estar abierta
Hay un sauce que se acuesta ya por los años tumbado
Y hay un tronquito a su lado que se acuesta ya por los años tumbado

De una estatura mediana
Donde él por las mañanas solía matear sentado
Hoy su rancho abandonado inútilmente lo espera
Convertido en tapera de sabandijas pobladas
Las paredes se han tumbado en aquella soledad
Y ahora se ve nada más por un pastizal cubierto
La soledad campo abierto
Desde que el dueño no está