Todo cuerpo en un fluido flota, dependiendo de su densidad.
Si eres muy denso, al fondo tú te irás, y si no, flotarás.
Si tiras piedras planas al río, con cierto grado de inclinación,
las verás rebotar y luego se hundirán, y ya no podrás parar.
El mar muerto es muy salado.
Aunque no muevas ni un solo dedo, no te hundirás.
No hace falta ser Johnny Weissmuller, ni David Meca, ni Mark Spitz.
No puedo creer que un barco flote, con lo grande y pesado que es.
Y sin embargo, con lo flaco que está, Leonardo DiCaprio no flota.
Dentro de la cisterna del váter, verás un corcho de color blanco agarraba un hierro.
Si ese mecanismo se estropea, oirás caer.
El agua sin parar.
Todo cuerpo en un fluido flota, dependiendo de su densidad.
Pero Leonardo DiCaprio no flota, ni flota, ni flotará.
El mar muerto es muy salado, las verás rebotar y luego se hundirán, y ya no podrás parar.