¡Epa, ahí viene mi negra,
la negra encarnación!
Ayer que me fui a bañar con la negra encarnación,
fue tan grande la emoción cuando le miré
un lunar.
En el agua se metía con su cuerpo de sirena y Pacito me decía,
¡Negro! ¡Qué
cosa tan buena!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad, compadre!
¡Yo no me quiero bañar!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad! ¡Qué barbaridad, compadre!
¡Yo no me quiero mojar!
Para bailar y gozar,
así,
así mi negra, con los serranitos, cómo no.
Viendo encarnación nadar,
yo me sentía muy contento.
Me decía que ese lunar lo tenía de nacimiento.
Mira, chico, ven acá.
Yo por eso no me enojo.
Pa' que mire con tus ojos que todo esto es un lunar.
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad, compadre!
¡Yo no me quiero bañar!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad,
compadre! ¡Yo no me quiero mojar!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad, compadre!
Yo no me quiero bañar.
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad!
¡Qué barbaridad, compadre!
Yo no me quiero mojar.