Un,
dos,
tres.
Pluma libre,
escutada y perfecta,
baila
cayendo a los pies
del que la encuentra su gerente amplificador la hace temblar
en las manos
de ceniza nada la
sostiene y ella vuela
como una explosión del aire
Pluma libre,
escutada y perfecta,
baila
cayendo a los pies del que la encuentra su gerente
amplificador la hace temblar
en las manos de ceniza nada la
sostiene y ella vuela
como una
explosión del aire
No es su misión
dejar huella tan solo acariciar la luz de las estrellas
No
es su misión
dejar huella
tan solo acariciar
la luz