Verde mar,
verde mar,
se
llenaron de
silencio los cupines
te perdí.
Verde mar,
tus manos amarillas,
tu labio sin color
y el frío de la noche sobre tu corazón faltas tú.
Ya no estás, se apagaron tus pupilas.
Se apagaron tus pupilas, verde mar.
Te encontré sin pensarlo y alegré mis días
olvidando la angustia de las horas mías.
Pero luego la vida se ensañó contigo y
en tus labios mis besos se moían de frío.
¿A qué rumbo tomaré?
Caminos duros me pierden traves de perdiz,
verde mar.